Me falta el tacto de tus labios sobre los
míos, el gusto del chocolate derritiéndose en mi boca, la visión de las olas
deshaciéndose sin remedio en la orilla, la melodía del piano con tus tiernas
disonancias, el aroma del café de media tarde.
Me sobra el frío del metal, el sabor de la
sangre en la garganta, la visión de mis ojos extraviados, el réquiem que suena
en mi cabeza, el olor de tu ausencia.
Concha García Ros