Solo ceniza, dijo. Recuerdo al cura, las
cruces en tu frente y en la mía. El penetrante olor a incienso mientras nuestros
dedos se entrelazaban en el último banco. La nueva y dulce turbación que
sentimos ese miércoles. Y cae sobre mí el peso de aquellas palabras y el de los
años que me quedan sin tus manos, sin tu risa, sin escuchar tu voz.
Concha García Ros
Qué bonitoooooooo! Y qué triste!
ResponderEliminarSí, es un relato triste, como algunos momentos en la vida. Me alegra verte por aquí. Un beso
EliminarNostálgico, poético, triste y precioso, Concha. ¿Qué más se le pueden pedir a tan pocas palabras?
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tu visita y por tu comentario. Besos
EliminarToda una vida o vidas han pasado delante de mi. Tan escueto y tan bueno Concha!! Felicidades.
ResponderEliminarBesicos muchos..
Gracias, Nani. Me gusta que te haya suscitado esa imagen de toda una vida pasando en un instante. Besos
EliminarEsa semana del REC también participé. Ese "Solo ceniza" invitaba. La tristeza, la sensación de que todo pasa en un plis, está muy lograda Concha.
ResponderEliminarUn micro redondo
Un abrazo
Gracias, David. Esa sensación de pena irreparable es la que quería trasmitir. Besos
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