Girando,
levedad, suave vaivén
todo se
vuelve ligero, se desvanece
hasta
que de nuevo la gravedad nos hace poner los pies en el suelo
y echamos raíces por las que quedan anclados,
por las
que nuestros sueños se diluyen en la tierra estéril.
Concha García Ros
Esos sueños que quizá nunca deberían echar raíces, que sería mejor que siempre volasen libres.
ResponderEliminarUn saludo
Ángel, encantada de que te pases por mi casa literaria y dejes tu comentario. Espero leerte más veces por aquí. Un abrazo.
EliminarQué importantes son los sueños, y que estos no se diluyan en tierra estéril, Concha. Casi tan importante como mantener los pies en la tierra o la cabeza fría. Preciosas letras, guapetona, y estupenda reflexión.
ResponderEliminarMil besos
Izaskun, gracias por tus palabras. Un besazo
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