En el parque no había dejado de mirarme y
cuando me puse en pie decidió venir tras de mí. Al llegar al portal tuve dudas,
pero le dejé pasar. Subió las escaleras con la respiración agitada. Devoró con
ansia los huesos del pollo de mediodía.
Concha García Ros
Verdadero instinto Concha. Me ha gustado mucho porque nos haces pensar otra cosa distinta de la realidad.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias, Nani. Me he divertido jugando con el doble sentido. Un beso
Eliminar¡Cómo me has engañado, prestidigitadora...! Muy bueno, Concha, muy ingenioso.
ResponderEliminarUn enorme beso navideño
Gracias, Izaskun. Un besazo para ti
EliminarUna escena preciosamente descrita llena de ternura
ResponderEliminarGracias, Alberto, me gusta verte por aquí. Un beso
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