domingo, 28 de junio de 2015

UN MUNDO PROPIO


Ya en los primeros meses supimos que algo no iba bien. Apenas sonreía y cuando lo hacía su gesto recordaba a una mueca mal ensayada. Era huraña con nosotros y con su hermana. Sólo aceptaba a Sally, la única muñeca que no arrojaba enfurecida. Fue creciendo e inventó un lenguaje que sólo usaba con ella. La llevaba a todas partes y pasaba largos ratos balanceándose abrazada a su cuerpo de trapo.

Desde hace dos años sólo quiere vestir de verde, como ella. El doctor dice que el nuevo fármaco la ayudará, pero a mí me basta con mirar sus ojos, lejanos e inexpresivos, como los de Sally, para saber que no regresará del otro lado.

Concha García Ros
Relato ganador para la ilustración nº 8  (de Juan Ramón Fernández Puñal) del Proyecto "Cuenta que te cuenta hasta 150"