Ella siempre está ahí, sabiéndolo todo aguarda
expectante.
Le
sirve cualquier distracción para caer sobre mí con su leve manto.
Sus
tentáculos de espuma acceden a todos mis rincones haciéndolos suyos, poseyéndolos.
Ya no
soy yo. Sólo me pienso.
Concha García Ros
Qué inquietante es eso que nos invade: un remordimiento, Internet, la gente,... Sigo dándole vueltas.
ResponderEliminarUn saludo
JM
Quería expresar el estado de despersonalizacion, esos instantes inquietantes en el que uno se puede observar como extraño a si mismo, como observador de si mismo. Gracias por pasarte y comentar. Un saludo
ResponderEliminarHola, Concha.
ResponderEliminarMe has recordado a un cuento de Borges en el que un hombre soñado se pregunta si existe o no.
¡Vaya coco, hija!
Un besazo.
Hola Towanda, me gusta que te haya recordado ese cuento, es una sensación parecida la que trataba de expresar. Gracias por tu visita. Un beso
EliminarQue tortura esa mente que se atormenta..
ResponderEliminarMuy escueto y muy bien expresado.
Besicos muchos.
Sí, sensación de abismo, de miedo... Gracias por tu comentario Nani. Un beso
EliminarEn una primera lectura pensé en la conciencia, en una segunda, en la consciencia. En todo caso un muy buen micro metafísico. Saludos
ResponderEliminarGracias David, la consciencia o la inconsciencia... Aunque también podríamos hablar de conciencia. Un beso
ResponderEliminarMuy linda expresión. Corto pero enigmático.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias por tu visita y tu comentario. Saludos
Eliminar