Huésped
de mi cuerpo el tiempo en el que fuimos
risas,
miradas, lenguas, cuerpos, sudor, abrazos, sueño.
Apenas
se deja ver entre las comisuras de mis labios rotos,
a través
de mis ojos cansados.
Vuelve
una y otra vez hasta mil
en la
noche, en el silencio.
Y de
repente, palabras a las que apenas sobrevives
turbando
la razón dibujan el camino.
Mastícalas
despacio, su sabor es amargo,
te escupen a la cara su verdad descarnada,
su
veneno te devuelve a la vida.
Me miro
en tus ojos que ya no me reflejan,
me
sueño en otro sueño aún no despertado.
Concha García Ros.
Un tono muy otoñal. La primavera llega, seguro.
ResponderEliminarUn saludo
JM
Sí, por supuesto. Un saludo.
ResponderEliminarSigue escribiendo amiga...
ResponderEliminarUn besazo
Seguiré, un besazo!!
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