Nos lamentamos, hipócritas, de no haberlo
visto venir. A pesar de que el tiempo entre funciones se dilataba y el público y los aplausos eran cada vez
menos. Apenas dormía, tropezaba con todo y su aliento era nauseabundo. No lo
diremos, pero no nos esforzamos lo más mínimo. Ahora dormitamos en el silencio
de esta caja, desdeñados en nuestros cuerpos inertes, esperando que una mano
amiga nos dé otra oportunidad.
Concha García Ros
Hola Concha! Estoy un poco perdida...pero creo entender que el titiritero se dio al alcohol y abandonó a las marionetas a su suerte, ¿no? Ay! la semana que me está pasando factura neuronal jaja.
ResponderEliminarSuerte para la próxima, guapa
Lo has entendido a la perfección, las marionetas se han quedado abandonadas a su suerte, pobres. Gracias por visitarme. Un beso
ResponderEliminar¡Jo, Concha! ¿Qué concurso es y cuanto tiempo tienes para presentar los micros? ¡Qué imaginación y qué diversidad de conceptos eres capaz de extraer de una frase! Enhorabuena. Este es muy bueno también
ResponderEliminarhttp://escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser/
ResponderEliminarDavid, el concurso lo tienes aquí. Anímate a participar.