jueves, 21 de agosto de 2014

RECUENTO

En cada cambio de estación toca hacer balance de ausencias y novedades. Al terminar la primavera las muñecas quedaron arrinconadas y las estanterías se llenaron de libros. Tras el verano se despidió de su primer amor y se calzó esas botas que pisaban firme el suelo. Pasó el otoño dejando en la almohada algunos sueños, mientras que por fin sonreía frente al espejo. El invierno inclemente devastó su memoria, ya no podrá hacer recuento.
Concha García Ros

4 comentarios:

  1. El tiempo es, pese a su aparente lentitud, así de inexorable. Muy bonito relato.
    Un saludo
    JM

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  2. Inexorable, sin duda. Lo importante es sacarle jugo. Un abrazo, Juan Manuel

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  3. Un micro que se lee en un suspiro, como la vida que contiene en él. Me encantó

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  4. Sí, la vida se nos pasa en un suspiro. Hay que tratar de vivir intensamente. Un abrazo

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