Los muros de tu boca
sangran
Me llaman con un
silencio sepulcral, con el lenguaje ancestro que no sabe de palabras.
Vibrando en ese compás
de espera, de angustia rítmica, que sí, que no.
Descargan en el caudal
rojo toda su vida, toda su muerte: cara y cruz.
Noche, aúlla.
Concha García Ros
Concha, qué buenas palabras para crear una atmósfera llena de misterio...
ResponderEliminarPreciosa la nueva imagen de tu blog, guapa.
Un besote
Me alegro que te gusten los cambios en el blog. Besos!!
ResponderEliminar