jueves, 10 de abril de 2014

POSESIÓN

Le deseé que tuviera un buen turno y me marché aliviado por no coincidir esta vez. El hospital estaba tranquilo, quizás demasiado. Por el contrario, fuera la noche me prometía acción, parecía llamarme. Estaba hambriento, pero no como otras veces. No podía sacudirme esa sensación,  esa total posesión me atraía y me asustaba al tiempo. Sus ojos, su cuerpo, su boca, esa sonrisa…, creí morir. La herida en el cuello aún me duele.
Concha García Ros

4 comentarios:

  1. Hola, Concha.

    Pues tú también has ido certera esta semana. Me gusta, aunque me produce escalofríos, esa posesión que le tiene tan atrapado. La herida en el cuello ¿era de mordiscos?

    Un beso y lo seguimos intentando la semana que viene.

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  2. Hola Towanda, los mordiscos de un vampiro. Sí, seguiremos intentándolo. Besos.

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  3. Uy, un vampiro. Muy imaginativo Concha. Suerte para la semana que viene.
    Besos

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  4. Gracias, cada semana nos retan. Un beso

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