miércoles, 14 de mayo de 2014

PINCELADAS DE PASIÓN

La lluvia de fuego que lentamente devoraba la ciudad hizo crecer en los campos un tubérculo peculiar.  Los que lo comieron fueron objeto de una extraña efervescencia en la boca del estómago  y de unas enloquecidas  ansias de vivir. Ese año se duplicaron los nacimientos y, en pocos meses, las risas de colores  pintaron el gastado gris de los edificios.  Una nueva urbe renacía de las cenizas.
Concha García Ros

12 comentarios:

  1. ¡Tercer micro, hija que creatividad la tuya!¡Qué bien! Un alegato por lo positivo y el renacer, me ha gustado, aunque puestos a elegir me quedo con el Instante Revelador.
    Suerte para la próxima, preciosa

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    1. Un renacer desde las propias cenizas.Nunca es tarde. Gracias por comentar. Besos

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  2. Hola, Concha.

    Positiva y soñadora, ¡olé por ti!
    Te ha quedado precioso. A lo mejor si pensáramos un poquito más en positivo veríamos las cosas un poco menos negras, ¡amos, digo yo!
    Un beso muy grande, reguapa.

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    1. Hola Towanda, yo creo que sí, que es un aprendizaje el de pensar en positivo que nos está haciendo más falta que nunca. Besos guapa.

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  3. ¡Un micro que deja un muy buen sabor de boca! Un abrazo

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  4. Un relato lleno de esperanza y vida. Felicidades Concha.
    Besicos muchos.

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    1. Gracias Nani. Si aporta algo de esperanza ya me doy por contenta.

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  5. Cuándo van a crecer esas patatas por mi país... Ese es el espíritu, Concha.
    Un saludo
    JM

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    1. Seamos positivos a ver si esos tubérculos empiezan a germinar. Un saludo.

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  6. Ire mirando al suelo cuando pasee por el campo a ver si encuentro algo parecido.Abrazos

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    1. Jaja Sí, Manuel, a ver si hay suerte y los encontramos pronto. Gracias por visitarme. Un abrazo

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